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CORAZÓN, VENAS, ARTERIAS... EL CIRCUITO DE LA VIDA I

2023-06-15, Sonia Lozano
El corazón, elemento fundamental para sobrevivir es aún mejor cuando nos sirve para sentirnos pletóricos.
Antiguamente se relacionaba la sangre con la vida, el corazón con el motor vital y los vasos sanguíneos, las venas y arterias, con sus canales. Sea o no así, sabemos que es uno de los más importantes aparatos de nuestro organismo, fundamental en esencia para sobrevivir. Pero mejor aún si nos sirve para sentirnos vivos, pletóricos y felices
En naturopatía el corazón no es un simple motor que tenga suficiente con impulsar la sangre, ya que eso no otorga más que el mantenimiento de esta en circulación (siempre que los vasos no obstruyan) sino que también vamos a dar importancia a la fuerza, intensidad, velocidad, fluidez... de ese bombeo. Al estilo de la valoración de los pulsos chinos o ayurvédicos que no sólo miden si hay o no pulso, sino muchas variables más en función de la presión, localización, área con la que se mide, etc, para hacer una valoración de cómo esa sangre nutre cada órgano. Por eso no lo miramos sólo como una parte del circulatorio sino como una parte más de todos los órganos. 
 

TÉCNICAMENTE HABLANDO:

El corazón asegura el bombeo de la sangre del ventrículo derecho a la arteria pulmonar y del izquierdo a la aorta. El lado derecho del corazón recibe la sangre venosa del cuerpo excepto de la zona pulmonar, desde la cava superior (que la trae desde cabeza, extremidades superiores y tórax), la vena ácigos (vísceras), la cava inferior (del diafragma hacia abajo) y las propias coronarias responsables de drenar el músculo cardíaco. Este equipo de venas se denomina retorno venoso. Llega hasta la aurícula derecha que lo pasa al ventrículo derecho a través de la válvula tricúspide y es bombeado a través de la válvula pulmonar a la arteria pulmonar en lo que se denomina el flujo pulmonar (y que dará pie en los alveolos al intercambio gaseoso)
 Para continuar, el flujo pulmonar trae oxígeno renovado por las venas pulmonares a la aurícula izquierda, lo pasa al ventrículo izquierdo a través de la válvula mitral y es bombeado a través de la válvula aórtica a la aorta por todo el cuerpo en el llamado flujo sistémico y en los capilares distales, cruces de sangre oxigenada y arterial con la sangre venosa y sustancia de desechos, vuelve por el flujo pulmonar. Las válvulas tienen la función de impedir que la sangre haga un viraje de retroceso. Las células contráctiles de la musculatura de los ventrículos son responsables del trabajo de alternancia. Si esta no sucede adecuadamente el resultado puede ser mortal. 
Cualquier atasco en estos procesos o en la circulación por los vasos, va a provocar una reacción de peligro en nuestro cerebro primario, el de la supervivencia, por lo que nos impedirá sentirnos plenos y felices.
 
Y CÓMO ENFOCARLO DESDE LA NATUROPATÍA:
Tantos pasos en naturopatía no tienen un trabajo concreto, pero sí procesos en los que debemos complementar. Por ejemplo, la manera de regular la musculatura cardíaca lo hacemos sobre todo con la reflexología ya que su trabajo de reordenación de la fuerza muscular lo hace con el trabajo específico previo de las suprarrenales para asegurar la contractibilidad adecuada del músculo cardíaco. 
El paso entre válvulas se lo dejamos a la efectividad del masaje marma, una técnica ayurvédica que trabaja la coordinación, elasticidad y resistencia de estos tejidos entre otras funciones. Si queremos recurrir a la fitoterapia el lúpulo para el corazón, el ginkgo para el movimiento sanguíneo en el corazón y el espino blanco para el pericardio o membrana de recubrimiento del corazón, son buenos aliados. Además, la coenzima Q10 puede ser un buen aliado para estas plantas en caso de que podamos ayudarnos con el ejercicio que, si bien cuando no hay problema suele ser aeróbico, es mejor que, al principio al menos, sea anaeróbico.

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